AVES
DE ALICANTE |
OBSERVACIONES
Y ANILLAMIENTOS EN LAS MONTAÑAS DE ALICANTE. |
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FUENTES
DE MONTAÑA
EN LA PROVINCIA DE ALICANTE. OASIS PARA LA FAUNA
Raúl
González Rodríguez
Introducción:
La provincia de Alicante se caracteriza por ser una provincia
bastante montañosa, con numerosas sierras que superan
los 1.000 mtrs. de altitud sobre el nivel del mar (medido
precisamente en Alicante). Este carácter montañoso,
especialmente de las comarcas del interior, unido a su
lejanía de la costa, lo que impide
que se beneficien de la influencia dulcificadora del Mediterráneo,
va a determinar situaciones climáticas estivales
alejadas de los habituales registros medios para Alicante,
que la acercan a un clima sub-desértico. Las escasa
fuentes de montaña
que destilan el agua absorbida por el subsuelo durante las
nevadas y lluvias estacionales, son oasis que van a constituirse
en un importante punto de encuentro para muchas especies
de fauna, y en el caso de las aves permitiéndoles
incluso, en los casos que la cobertura vegetal acompaña,
mantener su residencia durante todo el año.
Alicante, provincia montañosa
Puig Campana visto desde Aitana
Foto : Elías
Gomis
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Alicante es una provincia
mediterránea típica,
a pesara de incluir carácteres marcadamente contrastados,
como son las Llanuras costeras, altas montañas (entre
los 1.000 y 1.500 mts), un clima subárido y subhúmedo
y manchas de bosques y vegetación
xerófila. Geomorfológicamente 3.400
Km.² (58%)
de la superficie provincial están comprendidos entre
las isohípsas
de 200 y 1.000 m., quedando por encima de estas cerca
de 200 Km.². Es , por tanto, una zona montañosa, constituida
por tres haces de pliegues que siguen claramente
la dirección SO-NE y en conjunto forman la prolongación
septentrional del sistema Bético.
- El haz exterior está constituido
por materiales mesozoicos principalmente cretácicos
(calizas amarillentas), donde destacan las
sierras de Agullent-Benicadell (1.104) y, sobre todo, las de
Biar y Mariola (Montcabrer, 1.389), que caen bruscamente
sobre la Hoya de Alcoy, al Este de las cuales aparecen
las
sierras de Gallinera, Alcalá y
Laguar, hasta llegar al Montgó (753 m.)
en el cabo se San Antonio.
- El haz interior esta formado por
un conjunto de sierras de forma arqueada,
con su convexidad hacia el N. predominando
aquí las
calizas terciarias (eoceno). De SO. a NE. y enlazando
por la parte meridional con la sierra murciana
de la Pila (1.264 m.), aparecen la sierra de
Crevillente (835 m.) de calizas marmóreas, la
sierra del Cid, el Maigmó (1.296 m.) y la Sierra
de Aitana (1.558 m.), la mayor altura de la serranía
alicantina y constituidas por calizas blanquecinas. La
alineación
continua por una serie de sierras, de altitud generalmente
inferior a los 500 m. hasta el Montgó.
- Finalmente las alineaciones costeras
forman un arco donde oscilan las altitudes
entre los 400 y los 600 m. llegando algunas sierras
hasta el mar, formando acantilados de mas de 100 m.
como Sierra Helada.
Importancia de las
fuentes de montaña
Montañas de Alicante vistas desde
el Maigmó
Foto : Raúl González
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Ante
los rigores estivales que habitualmente azotan
la provincia de Alicante, y especialmente su zona
montana y de interior que se ve privada de los
beneficios que reporta la influencia marina como
dulcificador del clima, las aves y demás animales
de fauna, especialmente mamíferos, se
concentran en las proximidades de los pequeños
oasis que suponen antiguos bebederos
y abrevaderos de ganado, muchos de ellos
hoy en desuso, pero manteniendo aportes
de agua procedentes de la lluvia filtrada
en el subsuelo.
No
es excesivamente difícil
observar gran cantidad de especies
de aves que se acercan a beber, una
vez localizado un apostadero y siendo
silenciosos y con paciencia (mucha
paciencia), ayudados por ropas que
pasen desapercibidas con el entorno
y unos simples prismáticos. De
esta forma se pueden observar aves generalmente
esquivas e incluso algún pequeño mamífero,
como es el zorro, la gineta,
los jabalíes, el tejón,
el gato
montés, la comadreja,
o la garduña,
que a pesar de sus hábitos
nocturnos, no desdeñan ante los calores
sofocantes, el echar un trago de agua fresca
en alguno de estos manatiales poco frecuentados
por la presencia humana, e incluso
algunos de los grandes herbívoros
que introducidos por el hombre con fines
cinegéticos,
como el Arruí no
es infrecuente encontrar sus manadas en las
proximidades de dichas fuentes.
Secuencia de imágenes del anillamiento
en Aitana
Fotos
: Raúl
González
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Entre las aves, podremos observar
algunas que habitualmente no son faciles
de localizar pues se cubren entre los escasos árboles
y arbustos que cubren los montes de Alicante. Es el caso de la Urraca,
el Pito Real, las Currucas, los Verdecillos, los
Verderones, el Piquituerto, los Carboneros, los Pinzones,
los Petirrojos, Escribanos, Tórtolas, Palomas torcaces,
zuritas y bravías, Mitos,
Herrerillos, Arrendajo, Agateador, e
incluso rapaces que atraídas
por esta concentración segura de
alimento, optan por apostarse en las inmediaciones
de los bebederos a la caza de la comida
diaria. Es el caso del Gavilán,
el Halcón
Peregrino y rapaces nocturnas, como
el Mochuelo,
el Buho Real y el Cárabo entre
otros. Resulta pues muy intersante
las esperas en los bebederos, y en muchos casos gratificantes
pues nos dan la oportunidad de observar aves esquivas
y no habitualmente observadas. Sin
embargo, existe un "pero" a todo esto, y es
la práctica
por parte de algunos desaprensivos de la caza
al guardo en dichos bebederos, fundamentalmente
para la caza del fringílido,
y el paseriforme en general, pero que en muchos
casos causa daños a especies de mayor
relevancia, además
de incrementar el resquemor hacia estos auténticos
oasis de la montaña que suponen, ante
la llegada de las elevádisimas temperaturas
estivales, quizás
la única oportunidad de saciar una sed
cuya ausencia podría costar la vida
a muchas de estas aves.
Puntos de interés
para el anillamiento estival
Durante el estío, algunas son las fuentes
en las que aprovechando el frescor matutino, es intersante
y provechoso instalar las redes de anillamiento. Un
ejemplo concreto es la sierra del Menejador y
dentro de esta sierra, un paraje sito dentro del
P.N. de la Font Roja (el más
visitado con diferencia de la Comunidad Valenciana).
Fuente
en el Mas de Celedón
Foto
: Raúl González |
Se trata de las diversas Fonts como la "Font
del Mas
de Celedon" situado
poco antes de llegar al santuario, en la
vertiente umbrosa y norteña de la sierra. Igualmente de interés
es la "Font del Mas de Tetuán",
en el camino que lleva a la cumbre del Menejador, la "Font
dels Xops" y la "Font del rossinyol". Aquí, la masa forestal es tupida y
abundante (la mejor mancha forestal de la provincia
de Alicante) y en ella se pueden encontrar árboles
poco comunes por estas latitudes, como
es el caso del Roble, el Quejigo,
la Encina, el Olmo (Ulmus
minor), el Fresno y el Arce,
entremezclados con los omnipresentes Pinos
Carrascos (Pinus Halepensis), especialmente
en las partes bajas.
Las aves
que aquí se pueden observar,
a la par que sucede con la vegetación,
son en muchos casos poco comunes por el resto
de la provincia, como es el caso del Arrendajo,
el Herrerillo Capuchino, Agateador, Petirrojos
residentes todo el año, etc.
Las
balsetas tienen agua suficiente e incluso
algún
chorrito, donde pueden saciar su sed y
lavarse, desde primeras horas de la mañana
hay actividad, tanto en las copas de
los arboles como en el sotobosque donde
las aves se escuhan por doquier,.....muy
confiadas e incluso con la presencia
humana.
Urracas
bebiendo en la Font dels Castellets
Foto
: Raúl González |
Otro zona igualmente destacable
está situada
en la vertiente norte del macizo
del Cabeçó d'Or,
donde podemos encontrar fuentes como "la
Font dels Castellets" situada
en uno de los barrancos que desde las faldas
del Cabezó d'Or
aglutinan las vertientes de escorrentía
de lluvia hasta llegar a El Campello.El
anillamiento en este tipo de zonas, mucho
menos fructífero fuera de los meses
más
calurosos del verano, permite conocer las
aves de tipo "forestal" que
pueblan nuestras montañas alicantinas
y aquellas que utlizan los pasos de montaña
para las migraciones post-nupciales. Estas
aves, son normalmente más difíciles
de ver debido a que buscan la protección
de las masa forestal (en su mayor parte
Pino Carrasco (Pinus halepensis) salpicadas
de alguna Encina (Quercus ilex)) y arbustiva
(predominante en el sureste levantino,
de clima semiárido)
como la maquia, la garriga y el matorral.
Pero sobre todo son terrenos de cultivo
de secano, con bancales cubiertos de almendros
y otros frutales.
Bosque
de pino carrasco (Pinus halepensis)
en el Maigmó
Foto
: Elías Gomis |
Así mismo
de interés
es el la sierra
del Maigmó, con un
excelente bosque de pino carrasco que cubre
su falda, albergando numerosa fauna. En este
caso adquieren importancia la presencia de
bebederos artificiales, mantenidos por personal
de Medio Ambiente (consellerías y concejalías), importancia
que se subraya por la práctica
ausencia de fuentes de origen natural. Es
junto a estos bebederos, como el de la "Melonera" donde
en verano pueden llegar a abrevar cientos
de aves en los momentos más frescos
del día. Los depredares, tanto
terrestres como aéreos, apercibidos
de tal circunstancia, suelen estar prestos
en las inmediaciones. Es el caso del gavilán
y de la garduña y la gineta. Una de
las aves más abundantes en la sierra
del Maigmó es
el Piquituerto
común que presenta una extraña
variedad de coloración, aparentemente
diferenciada de la de congéneres
más septentrionales, y que se localiza
en mucho menor medida en el resto de las
mencionadas sierras.
La
cumbre más alta
de la provincia, la Sierra
de Aitana, con sus 1.558
metros de
altura en la cumbre, es un importante lugar
de paso para las aves en sus pasos migratorios,
siguiendo el valle de Guadalest. Los rigores
estivales se atenúan
con la altura de la montaña, y permiten
la aparición
de refrescantes fuentes de montaña
que transportan el agua procedente de la
nieve acumulada en el subsuelo.
Font
de Forata, Sierra de Aitana
Foto
: Raúl González |
La "Font de Forata",
situada a una altura de 1.360 metros, y muy próxima a la cumbre de
Aitana, desde donde se puede divisar las antiestéticas
antenas de esféricas de los radares militares, es un
punto de gran interés
y belleza paisajística, además de un paso clave de especies
de aves como el Pardillo Común, una de las
más buscadas
por los "silvestristas" y
los "furtivos" que en algunos casos acaban en una jaula aprovechando
su aflautado canto, y en otros casos en la sartén de alguna
cocina.
Las aves de montaña en Aitana,
a diferencia de las aves forestales como las que hemos visto
en Font Roja o Maigmó, gustan de espacios abiertos y
suelen viajar en bandos, siendo también mucho
más conspícuas debido a la falta de cobertura vegetal
propia de esas alturas.
Dicha cobertura vegetal, compuesta en su mayor
parte por matorral bajo y resistente a los bruscos cambios de temperaturas
que llegan a alcanzar el "bajo cero" en invierno, quedando
en muchos casos bajo la nieve, y "+40º" en verano. Destacan
el "cojín de
monja", el "rosal silvestre" (o escaramujo), el "espino
blanco" (o
majuelo), todas ellas caracterizadas por las espinas o las hojas en
formas espinosas que les permiten retener el agua al máximo.
También en esta zona
de Aitana se puede observar algún bosquete de "pino silvestre" procedente
de la repoblación.
Gorrión Chillón (Petronia
petronia)
Foto : Raúl
González
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Otra de las especies que se puede ver es el Gorrión
chillón,
especie esta que gusta de los espacios abiertos y las altitudes
además
de viajar en bandos. Es de gran tamaño (casi un 20% más
que el Gorrión
común)
y presenta una característica mancha amarilla en la garganta
(solo en los adultos).
Otras aves que se pueden observar son los
bandos Jilgueros,
en su mayoría jóvenes, sin
los distintivos colores blanco y rojo en la cabeza (propio de los
adultos y de la época de celo), pero sí luciendo
la llamativa franja amarilla que actúa a modo de semáforo
distintivo para todos los componentes del bando cuando viajan en
conjunto con otros fringílidos
como los Verderones, Pinzones, Lúganos y
demás.
Las Tarabillas comunes,
que sí residen
todo el año por la zona, son bastante fáciles de observar
por su tendencia a posarse en las ramas más altas de los
arbustos para controlar su posible alimento al tiempo que marcan
su territorio.
Paloma torcaz (Columba palumba)
Foto :
Toni Zaragozí
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Los Escribanos,
tanto Montesinos como Soteños,
los Bisbitas Campestres,
los Pinzones,
las Golondrinas, son
otros de los grupos de aves que alcanzan
estas alturas y buscan la frecura de
las fuentes para aliviar la deshidratación
provocada por las altas temperaturas
del día,
adonde se aproximan a partir del inicio
de la caída
del sol, tras haber estado protegidos
del inclemente sol entre las ramas
de los grandes arbustos como el "majuelo" y
el "rosal
silvestre" o los "pinos silvestres" y "pinos
"de la zona.
Otras
aves, más de corte "rupícola" (aquellas
que tienen querencia por desarrollar
su ciclo vital en las proximidades
de los cantiles rocosos), son las Chovas
Piquirrojas, que en bandos
superiores a 50 ejemplares residen
todo el año
por las sierras, y los Roqueros
Solitario y Rojo, este último
exclusivamente estival.
Roquero rojo (Saxicola monticola)
Foto
: Toni Zaragozí
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El Mirlo
capiblanco es una especie
muy escasa en nuestra provincia, que suele sin embargo
establecerse en las inmediaciones de Aitana para pasar
el invierno.
Finalmente,
es reseñable la presencia
de rebaños de Arruis (también
conocidos como Muflón del Atlas), especie
de ovejas salvajes originarias del Norte de Africa,
introducidas en la zona con fines cinegéticos
durante la década
de los 60-70 y que ha llegado a ser muy abundante
en zonas como el P.N. Sierra Espuña, en
la vecina provincia de Murcia, donde incluso
se ha autorizado recientemente su caza masiva.
Ello es debido a que se encuentra distrubuido
por zonas donde carece de deprador natural (no
hay lobos ni osos) que regule su número,
y resulta bastante destructivo no solo para la
vegetación silvestre
sino también
para los cultivos de la zona.
Rebaño de Arruis por las sierras alicantinas
Foto
: Raúl González
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En la provincia de Alicante
también se introdujo y se ha extendido
por las sierras de Jijona e Ibi, como la Carrasqueta,
Peña Roja, Barrancos de la Llibreria,
Ibi, y Monnegre, llegando hasta las laderas
de la Sierra de Aitana.
Alicante, Septiembre
2003
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