"Crónica sobre una jornada de anillamiento en la reserva Hyla
El día 11 de Julio, quedamos Toni Zaragozí, Guille Mayor y yo para acercarnos a anillar a la reserva de Hyla.
La mañana amaneció un poco nublada, pero a medida que fueron avanzando las horas, el frío matinal pasó a convertirse en un intenso calor.
Los animales de la zona se despertaban con los primeros rayos de sol, y comenzaba la actividad de un nuevo día. Las perdices (Alectoris rufa) se oían sin dejarse ver, las urracas (Pica pica) volaban de árbol en árbol y algunos conejos se acercaban a beber a la charca de la reserva.
Con el comedero a rebosar de alimento y las redes preparadas, nos sentamos tranquilamente a la sombra a observar con los prismáticos y la cámara, los bandos de fringílidos que revoloteaban sin parar en ningún sitio fijo.
Un gran grupo de jilgueros (Carduelis carduelis) nos miraba desde una de las vallas, pero no se decidían a dar el paso y caer en la red, por otra parte, algunos alcaudones (Lanius senator) volanderos realizaban sus primeros planeos entre la vegetación y muy simpáticamente se posaban sobre los palos de las redes. Nosotros observándolos divertidos, nos repetíamos entre dientes como nos gustaría poder anillar uno de esos…y finalmente parece que uno nos escuchó, y uno de los pollos de alcaudón común cayó en la red.
En general, una mañana bastante escasa, pero no por ello menos importante. Con un buen día despejado, disfrutando del campo y acompañados por Luis y Jose Ramón, pasamos unas buenas horas observando aves tales como: alcaudón real (Lanius meridionalis), tórtola turca (Streptopelia decaocto), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), pito real (Picus viridis), abubilla (Upupa epops), cogujada montesina (Galerida theklae) y vencejo (Apus apus) entre otros.
Crónica sobre una jornada de anillamiento en el Maigmó
Día 13 de Julio.
Temprano como de costumbre, salimos de Alicante Toni Zaragozí, Guille Mayor, Reyes y yo con destino al Maigmó, con el objetivo principal de anillar piquituertos, conocidos amistosamente con el nombre de “piquis”.
Una vez allí, nos reunimos con Rafa y Antonio Bañul, y tras montar las redes, nos acomodamos en las mesas de madera que están situadas cerca de los bebederos, desde las cuales podemos vigilar tranquilamente las capturas.
A medida que avanza la mañana, el sol comienza a apretar entre los densos pinos y la sed se empieza a notar. En las copas de los árboles ya se empiezan a ver bandos de piquituertos, que otean el mejor modo de bajar a beber la fresca agua, los carboneros se las ingenian para esquivar algunas redes y las avispas comienzan a apoderarse de los márgenes de las charcas.
Un total de 38 ejemplares anillados, distribuidos de la siguiente manera:
Carbonero común (Parus major)……………12 ex.
Carbonero garrapinos (Parus ater)………….7 ex.
Herrerillo capuchino (Parus cristatus)………10 ex.
Verdecillo (Serinus serinus)…………………..1 ex
Piquituerto (Loxia curvirostra)……………….5 ex.
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs)……………..1 ex.
Mito (Aegithalos caudatus)……………………2 ex.
Después de un merecido almuerzo y justo antes de desmontar, podemos observar un ejemplar de ardilla roja que corretea tranquila por el suelo. Sube y baja de los troncos con total ligereza y parece ajena a nuestra presencia. Nosotros observándola con cautela desde nuestra posición, nos vemos sorprendidos por un segundo ejemplar de esta especie, parece tratarse de un adulto y su cría, que mordisquean las piñas y acaban perdiéndose entre la pinada.
Crónica sobre una jornada de anillamiento en la Font Roja
Día 15 de Julio.
Partiendo desde Benidorm, nos encontramos en el coche Toni Zaragozí, Guille Mayor y yo, que como parece costumbre desde hace unos días nos dirigimos de nuevo a anillar, esta vez en la Font Roja.
Una vez arriba, ya en la zona de anillamiento, comenzamos a desplegar las redes y mientras atareados preparamos todo, nos vemos sorprendidos por un precioso amanecer, que hace que la interminable subida llena de curvas ya merezca la pena.
Dejamos un tiempo para que los pájaros comiencen a activarse y comiencen a bajar a beber, y mientras, nosotros nos entretenemos con un pequeño grupo de reyezuelos listados que se mueven en el interior la vegetación, sin atreverse a salir mucho.
Con las cámaras preparadas por si se dignan a dejarse fotografiar, algo llama nuestra atención, parece el sonido de pezuñas de cabras andando por la carretera. Rápidamente nos asomamos por si estábamos siendo atacados por un rebaño, pero no había ningún animal…aunque seguíamos oyendo las pisadas. Un tanto desconcertados, Guille nos avisa de que miremos la ladera de la montaña, y justo en uno de los claros, aparece una manada de muflones andando sobre un canchal de rocas. Aproximadamente unos 10 individuos entre los que se distingue alguna cría.
Por otra parte, las redes comienzan a llenarse y las capturas son de lo más variadas:
Carbonero común (Parus major)……………….2 ex.
Carbonero garrapinos (Parus ater)……………..8 ex.
Petirrojo (Erithacus rubecula)…………………...3 ex.
Verderón (Carduelis chloris)…………………….1 ex.
Verdecillo (Serinus serinus)……………………....1 ex.
Curruca capirotada (Sylvia atricapilla)………....2 ex.
Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)………..1 ex
Zarcero común (Hyppolaris polyglota)………….1 ex.
Reyezuelo listado (Regulus ignicapillus)………...2 ex.
Herrerillo común (Parus caeruleus)…………….2 ex.
Una pequeña fuente que queda protegida por el follaje de la zona, parece el sitio ideal para la puesta de un sapillo moteado, donde los primeros renacuajos ya empiezan a parecerse cada vez más a sus progenitores.
Acompañados por David, hacemos un alto en la mañana para almorzar, aunque no dura mucho ya que las redes nos reclaman. En una de las idas y venidas, Toni y yo nos detenemos un segundo para intentar fotografiar un petirrojo que se mueve con su pollo entre un arbusto, sentados en el suelo, enfocando una roca, que nos parece el mejor posadero por si decide asomarse, algo cae justo delante de mi…miro hacia arriba, y cual es mi sorpresa cuando descubro que una curiosa ardilla roja nos observa desde la altitud.
Dejamos de lado al petirrojo, que sale volando seguido por su pollo hacia otro lugar, para centrar toda nuestra atención en la ardilla roja, que sin molestarle nuestra presencia, salta de rama en rama, mordisqueando todo lo que se encuentra. Durante un instante, parecía que pretendía bajar y cruzar el camino, pero cambia de rumbo y se aleja, hasta que mi vista no alcanza a verla.
Dando por finalizada la mañana, contentos por los resultados, hacemos parada en la universidad de Alicante, donde yo tengo que coger el bus a casa, no sin antes acercarme al precioso estanque para tomar algunas fotografías a las pequeñas aves que bajan a refrescarse por este calor agotador.
Las tortugas de orejas rojas toman el sol entre los patos, los pequeños peces del estanque nadan tranquilos por la superficie, y en unas pequeñas rocas los gorriones disfrutan de un agradable baño junto a jilgueros, tórtolas y papamoscas grises, los cuales se muestran con sus pollos volanderos
(Fuente: Jana Marco)